viernes, 25 de marzo de 2016

Entrevista a Fiona Apple en el New York Times, 2012

Fiona Apple Fotos Beatrice de Gea New York Times 2012
Fiona Apple con el retrato de su perra Janet realizado por el artista Patrick Bucklew. Fotógrafa: Béatrice de Géa


Fiona Apple estaba enfadada. Muy enfadada.

Así comienza el artículo escrito por Jon Pareles para el New York Times el 30 de mayo de 2012.

Estos son los extractos que hemos traducido:

Sobre subir y bajar una colina durante ocho horas diarias hasta que apenas podía andar (sus rodillas necesitaron meses de terapia)

Tenía algo de rito de paso. Creo que es muy saludable perder cosas o dejarlas durante un tiempo, privarse de ciertas cosas. Es siempre una buena experiencia de aprendizaje, porque sentí que era como 'tengo que aprender a andar otra vez'. Tenía que apartarme de todo eso (se refiere al limbo en el que quedó el álbum mientras su discográfica elegía nuevo presidente), y sabía que era una estupidez, y seguía caminando.

Sobre contarlo todo de sí misma

Soy una persona muy estresada, mucho, porque todo es importante aún. Tengo que darlo todo, mi todo, y es agotador, ¿y cómo coño voy a hacer eso durante el resto de mi vida?. Pero voy a tener que encontrar la manera. 

Sobre el título del disco

Por supuesto que van a decir que es un título ridículo, porque eso es lo que se hace conmigo, ¿verdad?. Publiqué otro título largo porque se supone que así tenía que ser. Todo eso es muy bueno para extraer metáforas para la vida (se refiere a la lectura de libros para niños que explican cómo funcionan las máquinas). El título se refiere al rol que adopta una rueda en una maquinaria: no la impulsa directamente pero está conectada a todo. Los cables se utilizan para reparar las cuerdas deshilachadas de un barco. Si vas a usar la cuerda - si vas a vivir - se va a deshilachar.

Sobre su pérdida de peso

He dejado de beber tanto y sigo una dieta sin gluten; eso me ha hecho adelgazar bastante.

Sobre la decisión de Epic Records de no promocionar su concierto en el festival SXSW

"Andy (su mánager) les dijo: 'Quiero que no hagáis nada. No hagáis pósters. No hagáis folletos. No publiquéis un single. Simplemente, no digáis nada. Dejadla que toque. Han pasado unos años. Dejad que los chavales vayan al concierto, que lo filmen, que lo pongan en sus blogs, y no necesitareis hacer nada'". 

Sobre pasar la mayor parte del tiempo sola

"El único sitio al que voy es al club Largo, y no estoy exagerando. Paseo a mi perra al amanecer porque no me gusta encontrarme con la gente".

Sobre "Daredevil"

"Escribí esta canción cuando estaba gritándole a alguien que no captaba el mensaje".

Sobre "Jonathan"

Realmente dejo que todo salga. Hace que no me cuestione nada. Escribí canciones que iban sobre romper con alguien antes de que la ruptura ocurriera, meses y meses antes. Y ahora, cuando vuelvo a esa canción, entiendo por qué la escribí. Cuando escribí 'Jonathan', le enseñé la parte instrumental de la canción y le dije que era como su personalidad, entre pesimista y feliz, y él inmediatamente preguntó: '¿Lleva mi nombre?'".

Sobre la importancia de la empatía

"En un montón de mis primeras canciones culpaba a otros y nunca pensaba que yo hubiera hecho nada malo, porque siempre intentaba ser completamente leal, honesta, pura. Es tan agradable llegar al punto en el que ves cómo permitiste que pasaran todas esas cosas...Hace que dejes de estar enfadada con la gente. Te hace empezar a ser más empática. Si sigues teniendo esos pensamientos negativos o estás disgustada todo el tiempo, ese área de tu cerebro se hará más fuerte".

Sobre intentar "sentirlo todo" desde otra perspectiva

"Incluso cuando ha habido momentos en los que me he sentido realmente mal, he podido abstraerme por un momento y pensar: 'Mira, ya te has sentido así antes, vas a volver a sentirte genial otra vez. Y luego vas a sentirte fatal otra vez, y después te sentirás genial de nuevo'. Y cuando lo procesas así, al menos sabes que hay un valor en ello, tanto en tu sufrimiento como en tu alegría".

Sobre sus seguidores

"Nunca solía responder 'yo también te quiero' a quienes me lo gritaban en los conciertos, porque no me gusta decirlo a menos que lo sienta. Pero estoy cambiando. De cría, me han dicho muchas veces 'no podemos ser amigos, eres demasiado intensa, estás demasiado triste todo el tiempo'. Realmente pensaba que cuando hiciera mi primer disco todo el mundo me entendería, que todos los que no eran mis amigos pasarían a serlo. No resultó así entonces, pero ahora siento como si esa gente fueran mis amigos. Así que, cuando me dicen 'te quiero', no me importa quiénes sean. Yo también les quiero. Si tengo algún éxito en mi historial de relaciones, es con la gente que escucha mi música. Creo que estarán siempre junto a mí, y yo siempre estaré con ellos. Y estoy totalmente satisfecha con eso".

Artículo original en New York Times

Puedes ver la sesión de fotos de la entrevista en esta entrada

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